¡Momento!

Es de noche ya, los grillos gobiernan sobre el silencio del barrio, murmullo compañero de reflexiones peregrinas.
A dónde llevará el momento, no lo sé, el momento es estático, inmóvil. No, no lo es -me dice mi otra voz-  el momento es una idea en movimiento, un ir y venir, es un acto y todo acto trasciende,  lo que empieza en un momento así sea sólo un pensamiento, a algún lado llevará, crecerá y terminará. No, el momento sólo eso es –dice mi primer voz- un episodio pasajero que debe morir con el siguiente momento, lo que fue no es más, si bien es verdad que la realidad se construye a momentos, el único momento real, es el último momento, el actual. Sí, pero como dices, el resultado es producto de la suma de momentos –contesta la segunda voz- y en el resultado viven cada uno de los momentos pasados hasta el momento presente.  Puede parecer lógico pero, sin embargo -replica la primer voz- el tiempo no exist... ¡YA! a la mierda las dos malditas voces, es el momento de dormir, y es el único puto momento que me importa, por ahora.

Y no vuelvo a fumar esa estúpida hierba… por el momento.

Eduardo Lemus