Otro 1o de mayo, y punk
Hace ya mucho tiempo que empecé a participar en los
movimientos, y como consecuencia, en las marchas reivindicativas, entre ellas
la del 1º de mayo obvio es.
Mi participación en todo esto, fue ligada al movimiento punk
al que me adherí con 14 años, ha llovido ya, mucho. Fue a lo largo de la década
de los 90s, cuando el movimiento punk desarrollo la actividad más intensa, en
términos de activismo y participación para con el entorno social, siendo en muchos
casos, quienes llevaban la iniciativa.
En Guadalajara, esa generación de punks, son quienes siguen
siendo referente histórico, y a quienes se considera emblema de la escena
local.
Con el tiempo, la beligerancia del movimiento ha disminuido
de manera significativa, y ha ido pariendo generaciones posteriores, cada vez
más desvinculadxs de la problemática social, interesadxs más en el ruido, con
letras que poco o nada aportan, más cercanxs en actitud, a lxs metalheads, a
quienes considero mainstream por naturaleza, por varias razones, que no
explicaré aquí.
Sin embargo, el espíritu punk no muere, no lo han dejado
morir, pervive gracias a un puñado o pequeños puñados, de chicxs que se resisten
a ser asimiladxs, cooptadxs por las tendencias de masas dominantes, siendo esto
lo que mantiene el optimismo, y vivo al movimiento en sí, que, aunque sabiendo
que las cosas no cambiarán radicalmente, por lo menos se avanza a saltitos,
hacia otra forma de interrelacionarnos.
Me causa mucha emoción ver que, aunque de manera micro, el
punk sigue vivo, manteniendo la llama de rebelión, autogestión y solidaridad,
mediante la participación social, luchando contra el olvido.
Por un 1º de mayo combativo.
El punk no ha muerto.
Eduardo Lemus
P.D. El cartel no es de Guanatos, sino de CDMX pero sirve de
ejemplo, de lo que aquí se dice.