Crónicas De Humo 8

Era la mañana del primer día de ese año, un café frente a mí humeaba en espirales efímeras. Algo en el ambiente indicaba que no era un día normal, tal vez el silencio, tal vez el gris del cielo, algo indicaba lo inusual.

Al encender el televisor, lo supe, los que antes no tenían voz ese día hablaron, de una forma en que nadie los podría ignorar, no más. Los pasamontañas, las armas, la toma de instalaciones, los comunicados, las declaraciones, la rabia, lo justo, el basta ya!. Con la esperanza amanecimos ese año, y con esperanza avanzamos cada día con sus noches.

Eduardo Lemus