Crónicas De Humo 10
Como sombras patrullando el barrio solíamos vagar, sin hablar, sólo observando, junto al de los pelos necios y el cabeza de maguey, una cuadrilla de frikis, no caminabas junto a nadie más, la soledad era tu refugio y el silencio tu palabra, eras un personaje místico que infundía seguridad, junto a ti uno sabía que estaba a salvo, tu especial sentido de la justicia era garantía, a ti podía confiar la vida. Las noches eran cortas y pausadas con las cartas o las fichas en la mano, navegando en la mar de humo, el cigarrillo nunca moría, te fumaste la vida entera man. Tras la enésima repetición de la rola se te oía decir -Niño sin Amor, otra vez, por favor- tu rola favorita bro, para luego denosecuantasvecesmás, decir -la que te gusta carnal, la que habla de anarquía, la de los Pistols, tú himno, esa es buena wey- y después de norteñas y no recuerdo qué más, terminábamos escuchando a Eskorbuto y La Polla Records, siempre. Fuimos guerreros de verdad, no éramos los amos del barrio, pero fuimos LA RESISTENCIA cabrón.
Me acompañaste en momentos realmente críticos y especiales, siempre presente. La noticia de tu muerte me dolió como me sigue doliendo, te extraño man, a tú lado la vida fue diferente.
Me acompañaste en momentos realmente críticos y especiales, siempre presente. La noticia de tu muerte me dolió como me sigue doliendo, te extraño man, a tú lado la vida fue diferente.
Eduardo Lemus