martes, 27 de abril de 2010
sábado, 24 de abril de 2010
Dicen que perro no come perro?
Onésimo Cepeda Silva Obispo de Ecatepec ,conocido por sus declaraciones intolerantes y su cercanía con los círculos de poder, ahora se encuentra señalado como defraudador primero y por lavado de dinero después, en un caso que data de 2003 cuando según un pagaré expedido por él mismo, presto la cantidad de 130 millones de dólares a Olga Azcárraga Medero quien murió tres meses después de la firma de dicho documento, el cual debía ser pagado el 1 de Julio de 2008.
A finales de 2008 fue citado por la procuraduría del D.F. y haciendo caso omiso mando decir con sus abogados, que "a él se la persignaban", porque ya había hablado con el presidente.
El caso es que ahora se encuentra frente a la disyuntiva de:
1- Explicar el origen de tal cantidad de dinero
2- Reconocer que el documento fue falsificado por él y su representante Jaime Matute.
Olga Azcárraga Madero perteneciente a una de las familias más influyentes de México, propietarios de cadenas de radio y televisión (entre ellas Televisa), según la versión del clérigo destino el dinero a la empresa Arthinia internacional, S.A. Creada por ella misma con el objeto de transferirle la propiedad de más de 40 obras de arte de reconocidos artistas, mismos que hoy Onésimo pide como pago de la deuda, dando con ello, muestra de su desapego a los bienes terrenales.
Impedido por la ley de culto, el jerarca católico, para hacer este tipo de transacciones, ahora tendrá que explicar la realidad de su “acto de buena fe” al especular con esa cantidad de dinero con la que, por otro lado (y si existió), a tanta gente sumida en la miseria hubiera podido ayudar como cumplimiento a uno de los principios que rigen a la fe con que comulga y la iglesia a la que pertenece (la caridad), en vez de haberlo prestado a los ricos que ahora no le quieren pagar.
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A finales de 2008 fue citado por la procuraduría del D.F. y haciendo caso omiso mando decir con sus abogados, que "a él se la persignaban", porque ya había hablado con el presidente.
El caso es que ahora se encuentra frente a la disyuntiva de:
1- Explicar el origen de tal cantidad de dinero
2- Reconocer que el documento fue falsificado por él y su representante Jaime Matute.
Olga Azcárraga Madero perteneciente a una de las familias más influyentes de México, propietarios de cadenas de radio y televisión (entre ellas Televisa), según la versión del clérigo destino el dinero a la empresa Arthinia internacional, S.A. Creada por ella misma con el objeto de transferirle la propiedad de más de 40 obras de arte de reconocidos artistas, mismos que hoy Onésimo pide como pago de la deuda, dando con ello, muestra de su desapego a los bienes terrenales.
Impedido por la ley de culto, el jerarca católico, para hacer este tipo de transacciones, ahora tendrá que explicar la realidad de su “acto de buena fe” al especular con esa cantidad de dinero con la que, por otro lado (y si existió), a tanta gente sumida en la miseria hubiera podido ayudar como cumplimiento a uno de los principios que rigen a la fe con que comulga y la iglesia a la que pertenece (la caridad), en vez de haberlo prestado a los ricos que ahora no le quieren pagar.
Eduardo Lemus
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miércoles, 21 de abril de 2010
Lecciones inolvidables
(Un artículo del periodista y escritor Koldo Campos Sagaseta).
-Tenía nueve años y en el orfanato en el que crecía, dirigido por curas, me encargaba de vender los domingos entre el resto de los internos y para beneficio del centro unas tortas de harina. Una vez ocurrió que, al hacer el habitual arqueo, hubo una torta de menos. El dispendio no pasó inadvertido y el cura quiso saber qué había pasado. Yo alegué no saber nada.
El cura insistía en que le contara lo ocurrido mientras sumaba y restaba tortas y pesetas.
-No sé- respondía yo.
Alterado, me advirtió que no iba a salir de su despacho hasta que le dijera la verdad y, tras cerrar con llave, se ausentó dos horas.
-No sé- repetí a su regreso.
Me amenazó con no volver a vender tortas ni a pasear los domingos.
-No sé-.
Cambió de estrategia y, mientras me acariciaba la cabeza, me habló de lo mucho que Dios valora la sinceridad, de cómo la virtud de una persona la determina su capacidad para encarar sus actos. Me habló del infierno en que se abrasa el mentiroso, de lo orgulloso que se habría sentido mi padre, de estar con vida, si yo le confesaba la verdad...
Y entonces rompí a llorar y delaté a mi hermano.
De la primera bofetada del cura fui a parar a los pies de su surtida biblioteca y contra ella siguió propinándome golpes hasta dar por aprendida su inolvidable lección.
Supongo que es por ello que cada vez que escucho a un cura celebrar la verdad, ellos que tanto mienten; alabar la tolerancia, ellos que siempre agravian; bendecir el diálogo, ellos que nunca escuchan; ensalzar la virtud, ellos que más ultrajan, sólo recuerdo a aquel cura y me repito... no sé.
-Tenía nueve años y en el orfanato en el que crecía, dirigido por curas, me encargaba de vender los domingos entre el resto de los internos y para beneficio del centro unas tortas de harina. Una vez ocurrió que, al hacer el habitual arqueo, hubo una torta de menos. El dispendio no pasó inadvertido y el cura quiso saber qué había pasado. Yo alegué no saber nada.
El cura insistía en que le contara lo ocurrido mientras sumaba y restaba tortas y pesetas.
-No sé- respondía yo.
Alterado, me advirtió que no iba a salir de su despacho hasta que le dijera la verdad y, tras cerrar con llave, se ausentó dos horas.
-No sé- repetí a su regreso.
Me amenazó con no volver a vender tortas ni a pasear los domingos.
-No sé-.
Cambió de estrategia y, mientras me acariciaba la cabeza, me habló de lo mucho que Dios valora la sinceridad, de cómo la virtud de una persona la determina su capacidad para encarar sus actos. Me habló del infierno en que se abrasa el mentiroso, de lo orgulloso que se habría sentido mi padre, de estar con vida, si yo le confesaba la verdad...
Y entonces rompí a llorar y delaté a mi hermano.
De la primera bofetada del cura fui a parar a los pies de su surtida biblioteca y contra ella siguió propinándome golpes hasta dar por aprendida su inolvidable lección.
Supongo que es por ello que cada vez que escucho a un cura celebrar la verdad, ellos que tanto mienten; alabar la tolerancia, ellos que siempre agravian; bendecir el diálogo, ellos que nunca escuchan; ensalzar la virtud, ellos que más ultrajan, sólo recuerdo a aquel cura y me repito... no sé.
Fuente: Insurgente.org
miércoles, 14 de abril de 2010
No son culpables?
Y hoy dicen que los casos de pederastia por parte de los curas son mínimos y no se debe marcar a la iglesia por errores de algunos.
Documentado esta, el hecho de que la jerarquía católica los protegía (protege) que a lo sumo los cambiaba de parroquia o los enviaba a lugares de retiro, según esto para la expiación de sus pecados, también es sabido que el Vaticano tenia conocimiento y muchos de los casos incluso los documento, esto incluyendo a Joseph Ratzinger cuyo conocimiento de estos casos de pederastia ha sido probado, entre ellos los casos de Stephen Kiesle y Marcial Maciel, En su calidad de titular de la Congregación para la Doctrina de la Fe (La Santa Inquisición).
Culpables lo son, no vengan ahora con estupideces, y culpable también quien los justifique.
Documentado esta, el hecho de que la jerarquía católica los protegía (protege) que a lo sumo los cambiaba de parroquia o los enviaba a lugares de retiro, según esto para la expiación de sus pecados, también es sabido que el Vaticano tenia conocimiento y muchos de los casos incluso los documento, esto incluyendo a Joseph Ratzinger cuyo conocimiento de estos casos de pederastia ha sido probado, entre ellos los casos de Stephen Kiesle y Marcial Maciel, En su calidad de titular de la Congregación para la Doctrina de la Fe (La Santa Inquisición).
Culpables lo son, no vengan ahora con estupideces, y culpable también quien los justifique.
Eduardo Lemus
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lunes, 12 de abril de 2010
Iglesia, pedofilia y ¿homosexualidad?
Pero por dios no dejen ke l@s niñ@s se acerken a ÉL.
J. Kalvellido
J. Kalvellido
Ahora de una manera bastante embrollada, los jerarcas católicos nos vienen a decir que la pedofilia está vinculada con la homosexualidad más que con el celibato -mismo que es sabido, existe en muy poca medida entre los curas- esto tal vez con el propósito, más, de atacar a la comunidad homosexual, que realmente pretendiendo explicar el problema.
Y si realmente como dicen, la pedofilia está vinculada a la homosexualidad, ¿Esto, en que cambia la situación? ¿en que cambia el hecho de que ministros de su iglesia han abusado durante largo tiempo de niños? ¿En qué medida esto disminuye su culpa como organización religiosa, orientada, según dicen, a dar testimonio y orientar a su grey por el camino de la virtud?
Si así es, no estarían más que admitiendo el hecho de que muchos de sus juramentados, han optado por el camino del sacerdocio empujados mas por el miedo y la vergüenza de ser señalados y marginados por una sociedad intolerante, machista y homófoba, como única salida al conflicto personal de creer lo inculcado por los padres y reconocerse homosexuales, encontrando así en la vida religiosa un refugio que a la vez les enviste de protección y cierta jerarquía ante la comunidad en general, quien comúnmente les considera “hombres santos”.
Ahora vienen a presentarse como hombres susceptibles de error, cuando en sus juicios condenatorios se consideran infalibles.
No hay manera de justificar sus crímenes, ni la protección que el vaticano ha brindado a los pederastas por tanto tiempo, mucho menos cuando estos crímenes han sido perpetrados contra seres indefensos, incluso cuando el número de casos fuese solo uno, debido sobre todo a las verdades que dicen representar y los preceptos que dicen seguir, mismos, que con sus actos demuestran , son una mentira secular.
Llego la hora de rendir cuentas.
Eduardo Lemus
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En palabras de un obispo
Es sorprendente la forma de razonar de algunos prelados al tratar de justificar los actos vergonzosos y criminales del clero, este artículo es muy esclarecedor.(E.L.)
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sábado, 10 de abril de 2010
viernes, 9 de abril de 2010
jueves, 8 de abril de 2010
Palestinos presos en las cárceles de Israel inician huelga de hambre
En caso de que alguno de los presos muriera a causa de la huelga de hambre, ¿estaríamos de acuerdo con el argumento de que fue por su propia voluntad? ¿Admitiríamos que Israel argumentara que son delincuentes comunes para justificar el no atender las demandas?¿Aceptaríamos que se diga que los huelguistas están siendo manipulados desde el exterior por intereses ajenos?
¡Yo, no!
¡Yo, no!
"En solidaridad con los presos y el pueblo Palestino"
Y krees, ke voy a kreer?
Cuando era niño me enseñaron a tener temor de Dios
Ahora se a quien realmente debe temer un niño.
Ahora se a quien realmente debe temer un niño.
Y resulta que la amenaza estaba precisamente ahí
En manos de los custodios de su verdad.
Eduardo Lemus
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